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lunes, 29 de septiembre de 2008

Workando

Cuando drito se despertó, no tenía ni idea de lo que se le echaba encima. ¿Trabajar una tarde de gratis? ¿Eso como es?. Se armó de valor y partío raudo a su puesto de trabajo.
Tras pasar la mañana lo mejor que pudo, se dispuso a almorzar con la chiquita piconera donde siempre. Esto suena a affaire, nada más lejos de la realidad. Una vez terminado el almuerzo nos encaminamos hacia la mina para ese rato de labor fuera del horario habitual. Dos tardes, por favor, ¿ande se ha visto?. Algunos lo miraban con cara de asombro. Otros con cara de incredulidad. Incluso el jefe le inquirió presto por si se había equivocado. No. No amigos. Drito no se equivocaba. Había decidido trabajar más de lo acordado. Más de lo que se le exigía. Algo imperdonable. Un funcionario trabajando fuera de horas y sin cobrar un plus, ni unas horas extras ni nada. Así es drito. Un fuera de la ley. Un tipo que vive más allá de las fronteras de lo explicable. Un alma libre que vuela donde le apetece. UN PUTO PRINGAO... Ups, con lo épico que me estaba quedando el post y se me ha colao una sinceridad. Estamos apañaos. Eso si, ya he rellenado un acta y revisado cinco informes de diecinueve en total. Si, señor director. A sus órdenes señor director. ¿Que si voy a volver a ir por la tarde?, de ningún modo señor director, puede usted quedar tranquilo. Recuerdos a su señora...

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