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viernes, 23 de marzo de 2012

Escuela...


Han pasado dos semanitas y no me he pasado mucho por aquí. La verdad es que no he parado, así que quizás tenga escusa, pero creo que no debe tratarse de eso. En definitiva, dos semanas que han dado para mucho.
Entre todo eso están las notas y las sesiones de evaluación. Y hablando de todo un poco acabo resumiéndolo todo en una cuestión. Si el alumnado no estudia en casa, ¿hasta qué punto tenemos la responsabilidad los maestros? Programamos actividades lúdicas, motivamos al alumnado hasta límites insospechados, nos implicamos en sus situaciones y comprendemos las realidades de sus vidas. ¿Y dónde está la responsabilidad de los padres? Es cierto que en muchas ocasiones nos ponemos las medallas cuando las cosas van bien y echamos la culpa a los demás cuando no van tan bien. Pero el caso es que el final siempre es el mismo. El alumnado pasa por primaria según el ambiente que tiene en casa. Si un niño o niña no toca la flauta, ¿será porque mis actividades son poco lúdicas o motivadoras? ¿o será porque en su casa no le recuerdan que tiene que tocar? Porque yo aún recuerdo como mi madre me mandaba a mi habitación a estudiar y, como decía ella, tenía que “darle la lección”. Si no me la sabía, otra vez para la habitación y vuelta a empezar. Y con la guitarra tres cuartos de lo mismo. Estudiar en la habitación y dar el “recital” en la cocina. Y mientras no saliese bien, este que escribe no podía parar. Quiero decir con esto, que la escuela ha cambiado mucho en los veintipico años que han pasado desde que acabé la EGB. Se ha vuelto más lúdica, se ha volcado más en los intereses del alumnado, tiene en cuenta muchos factores que antes no figuraban… pero, ¿qué pasa con la familia? Pues que también ha cambiado. Porque cuando yo era alumno las actividades eran muy diferentes a las de ahora, los métodos eran distintos y las motivaciones eran otras. Hoy en día uno da gracias al Universo cuando un día preguntas y se saben lo que has mandado. Por lo menos eso es lo que ocurre en mi centro.

Mira que no quería usar este blog para hablar de educación… otro día hablaré de la responsabilidad de los docentes de que el alumnado se lleve bien y se quieran majqueamivía…

2 comentarios:

Encarni dijo...

La verdad es que es así de triste maestro. A mí me ocurre exactamente lo mismo. Y parece ser, que por desgracia, es la tónica. Cuando un alumno saca malas notas no sólo es su culpa, sino la de unos papás o mamás que hay detrás.

En fin, no te agobies que seguro que tú estás haciendo todo lo posible por tu parte. Ante lo que ocurra en la casa de cada niño, uno no puede hacer más.

Saludos y buen fin de semana.

Elena dijo...

Totalmente de acuerdo. Y mira que mis alumnos de este año son bastante aplicaíllos, pero sigo teniendo esa sensación de que le hablo a las paredes cada vez que explico algo o pido que hagan algo... Lo de las familias es otro cantar: o pasan del crío, o se pasan...

Buen fin de trimestre ;)