TUCUTUCUTUCUTUCUTÚ…
- Holabuenas. Soy el hombre de Tulipán, que ma bajao del helicóptero y vengo del futuro con mi peluca blanca para ofrecerle un detergente del carajo y, ya de paso, hacerle una encuestíviri gustíviri gustíviri…
- ¡Copón¡.
- ¿Y ese improperio?
- Mi subconsciente, que me está jugando una mala pasada.
- ¿Demasiada televisión de niño?
- Nunca es demasiada, una copita más y me voy a casa. Venga esa encuestíviri gustíviri gustíviri.
- ¿Qué le gustaría hacer en Semana Santa?
- Muchas cosas, irme a la playa a pasar unos días alejado del aborigen diario (no es un fallo, es que hay un aborigen en mi trabajo que me hace la vida imposible), comerme unos caracolitos sentado por la tarde en una terracita y disfrutando del anochecer primaveral, levantarme todos los días tarde y que no me diese cargo de conciencia (ains, mardita), volver a conquistar el mundo…
- Todo eso está muy bien, caballero.
- ¿De veras?
- Por supuesto.
- Me ruboriza usted, galán de mayo.
- Una cosilla más. He notado, y espero que no se moleste con mi afirmación, que lleva usted el ojetillo bastante encogido.
- Si. Tipo pollo lo llaman. Es lo último en las pasarelas de París y Milano. Aunque solo lo llevo los fines de semana y fiestas de guardar, ya que entre semana trabajo y se me relaja bastante, sobre todo con el papeleo.
- Ya veo. Pues nada, que lo pase usted muy bien.
- Cuando tu quieras, pirata…
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