Se me había olvidao que tenía un pollo en el horno. Ha mutado.
De pollo crudo a pollo asado...
De pollo asado a pollo quemado...
De pollo quemado a pollo calcinado...
De pollo calcinado a pollo carbonizado...
De pollo carbonizado a trozo de carbón...
De trozo de carbón a diamante de un kilo y medio...
Al final, me he liao la manta a la cabeza, lo he tallao como he podío y se lo he regalao a mi novia.
Ahora ya soy un lombre comprometido...
Y todo esto por querer asar un pollo en el horno...
martes, 13 de octubre de 2009
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
6 comentarios:
Así me gusta: eres un hombre desarrollo sostenible.
¡Felicidades!
Eso es lo que yo llamo un hombre valiente jeje. Si es cierto lo que intuyo/leo entre líneas... ¡Enhorabuena pareja!
Saludos maestro :)
Ese guarni oé.Anda que tendrás a guarnida poco contenta.Y te lo digo en el buen sentidooo.Saludos
Jeje, curiosa manera de contarlo.
Enhorabuena ;-)
Ois, y yo tan ilusionada con el pedrusco que se me va a caer la mano... y resulta que viene de un pollo.... mmmmmmm... Eso es signo de que no vamos a pasar hambre, amor????
Pos si, contenta me tiene, en el mejor de los sentidos ;-)
enhorabuena, pet!!! y a la prometida! que a ver cuando nos la traes a fuentes y la conocemos. cuando se lo diga a la maestra!! qué alegría!! oye, parece que vuelvo a retomar mi blog, a ver si pué sé. un besiyo.
Publicar un comentario